TANIA MARTÍNEZ
Terapia psicológica integral
Adultos · Pareja · Familiar
Bienvenido/a a mi espacio de psicología.
Te ofrezco un espacio de acompañamiento y ayuda psicológica, seguro y acogedor, donde podrás encontrar comprensión, herramientas y estrategias para mejorar tu salud mental, afrontar los desafíos diarios, fortalecer tu bienestar emocional y alcanzar una vida más plena y equilibrada.
Desde una perspectiva integral, basada en la ética, el respeto y la empatía, y con un enfoque fundamentado en la evidencia científica, trabajaremos juntos, adaptando los objetivos terapéuticos y el ritmo de cada sesión a tus necesidades específicas.
Si buscas un espacio de confianza y profesional para trabajar en tu bienestar, estaré encantada de acompañarte en este camino.
Consulta
Servicios
Ofrezco atención psicológica para adultos, parejas y familias, con un enfoque integral que combina diferentes herramientas terapéuticas para adaptarse a cada persona.
Perspectiva
Integral
La perspectiva integral en terapia combina diferentes enfoques psicológicos para tratar al individuo de manera holística.
Considera todos los aspectos de la persona: físico, emocional, mental y espiritual, e integra herramientas de diversas corrientes terapéuticas según las necesidades del paciente, respetando su contexto personal y cultural. Este enfoque flexible se adapta a las etapas de desarrollo de cada individuo, ofreciendo un tratamiento más completo y personalizado.
Psicoterapia
de adultos
La psicoterapia de adultos es un proceso terapéutico que ayuda a las personas a superar dificultades emocionales, mentales o comportamentales.
La terapia psicológica es un espacio en el que el adulto puede explorar sus pensamientos, emociones y comportamientos, entendiendo mejor las causas de sus problemas. El objetivo es promover el autoconocimiento, mejorar la salud mental, y encontrar soluciones prácticas a los retos de la vida diaria.
Algunos de los principales problemas psicológicos por los que las personas suelen acudir a terapia son:
Ansiedad:
Sentimientos de inquietud, nerviosismo o preocupación excesiva, a menudo sin una causa clara.
Depresión:
Sentimientos persistentes de tristeza, falta de energía y desinterés por las actividades cotidianas.
Estrés:
Dificultad para manejar las demandas de la vida diaria, lo que lleva a sensaciones de sobrecarga y agotamiento.
Trastornos de la conducta alimentaria:
Problemas que conllevan alteraciones de la conducta alimentaria. La persona afectada muestra una fuerte preocupación en relación al peso, la imagen corporal y la alimentación, entre otros.
Problemas de relación:
Conflictos de relación, comunicación deficiente o dificultades para gestionar las emociones en una relación.
Fobias: miedo irracional y excesivo hacia un objeto, situación o actividad específica.
Baja autoestima:
Sensación de insuficiencia o autocrítica excesiva que afecta el bienestar emocional.
Trastornos obsesivo-compulsivos (TOC):
Problema caracterizado por la presencia de obsesiones (pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos) que causan ansiedad, y compulsiones (acciones repetitivas o rituales) que se realizan para reducir esa ansiedad o prevenir algo negativo. Estas conductas suelen ser excesivas o irracionales.
Duelos y pérdidas:
El proceso de adaptación emocional tras la muerte de un ser querido o la pérdida significativa de algo importante.
Trauma o abuso:
Secuelas emocionales de experiencias traumáticas pasadas.
Adicciones:
Dependencia de sustancias o comportamientos (alcohol, drogas, juego, etc.) que afectan la vida diaria.
Problemas laborales:
Dificultades relacionadas con el trabajo, como el agotamiento, falta de motivación o conflictos laborales.
Terapia
de pareja
La terapia de pareja es un tipo de psicoterapia diseñada para ayudar a las parejas a resolver conflictos, mejorar su relación y fortalecer el vínculo.
A través de las sesiones las parejas exploran sus problemas de comunicación, desacuerdos, conflictos emocionales o conductuales, y cualquier otro desafío que esté afectando su vínculo. El objetivo es fomentar una mejor comprensión mutua, mejorar la comunicación, resolver disputas de manera constructiva y restaurar la conexión emocional. La terapia puede ser útil tanto para parejas en crisis como para aquellas que desean fortalecer su relación y prevenir problemas futuros.
Problemas de comunicación:
Dificultades para expresar pensamientos, emociones o necesidades de manera clara y efectiva.
Conflictos recurrentes:
Peleas frecuentes o discusiones que no se resuelven de manera constructiva.
Falta de confianza:
Inseguridad, celos o traiciones pasadas que afectan la relación.
Problemas sexuales:
Dificultades en la intimidad, falta de deseo o diferencias en las expectativas sexuales.
Desconexión emocional:
Sentimientos de distancia o pérdida de la conexión afectiva entre ambos miembros de la pareja.
Infidelidad:
Problemas derivados de una infidelidad emocional o física, y la dificultad para sanar la relación.
Desacuerdos en la crianza de los hijos:
Diferencias en la forma de educar y disciplinar a los hijos, o en la toma de decisiones familiares.
Estrés y dificultades externas:
Problemas relacionados con el trabajo, la familia o las finanzas que afectan a la relación.
Las personas suelen acudir a terapia de pareja por diversos motivos, entre los cuales los más comunes son:
Desgaste o rutina:
Sensación de estancamiento en la relación, pérdida de interés o falta de nuevas experiencias en pareja.
Cambio en las expectativas:
Diferencias en los objetivos de vida, como matrimonio, hijos, carrera profesional, etc.
Abuso o maltrato emocional:
Dinámicas destructivas como el control excesivo, críticas constantes o manipulaciones.
Terapia
Familiar
La terapia familiar es un enfoque terapéutico que involucra a los miembros de una familia para abordar y resolver problemas que afectan a la dinámica familiar.
La terapia familiar considera cómo las interacciones y relaciones entre los miembros de la familia pueden influir en el bienestar de todos y, con el apoyo del terapeuta, se pretende ayudar a los miembros de la familia a mejorar la comunicación, resolver conflictos, comprender roles familiares y fortalecer los vínculos emocionales. El objetivo es promover un ambiente más saludable y armonioso dentro de la familia.
Las personas acuden a terapia familiar por diversos motivos. Algunos de los principales incluyen:
Conflictos entre miembros de la familia:
Disputas frecuentes o tensiones entre padres, hijos o entre miembros de diferentes generaciones.
Problemas de comunicación: Dificultades para expresar pensamientos, emociones o necesidades, lo que genera malentendidos y distanciamiento.
Crisis familiares: Eventos traumáticos o significativos, como una muerte, divorcio, enfermedad o pérdida de empleo, que afectan a toda la familia.
Problemas de conducta en los hijos: Conductas desafiantes, rebeldes o problemáticas por parte de los hijos que afectan el bienestar familiar.
Dificultades en la crianza: Desacuerdos entre los padres sobre cómo educar a los hijos o problemas relacionados con la disciplina.
Adicciones: El impacto de una adicción (alcohol, drogas, juego, etc.) en el funcionamiento familiar y las relaciones.
Divorcio o separación: Cómo gestionar los efectos emocionales y prácticos de la separación entre padres, especialmente en familias con hijos.
Enfermedades mentales o físicas: La gestión de trastornos mentales o enfermedades crónicas en un miembro de la familia y cómo afecta a los demás.
Abuso o maltrato: Situaciones de abuso físico, emocional o psicológico dentro de la familia.
Reajustes familiares: Adaptación a cambios importantes, como la llegada de un nuevo miembro, la adolescencia o la jubilación de los padres.
Falta de cohesión familiar: Sensación de desconexión o distanciamiento entre los miembros, lo que afecta la armonía familiar.

Sobre mí
Mi nombre es Tania Martínez y soy psicóloga, con una profunda vocación por ayudar a las personas a alcanzar su bienestar emocional y personal. La psicología no es solo mi profesión, sino una verdadera pasión que descubrí al finalizar el bachillerato. Fue entonces cuando decidí dedicarme a este campo, atraída por la posibilidad de comprender, acompañar y ayudar a las personas en su desarrollo personal y en la gestión de sus dificultades emocionales.
A lo largo de mi trayectoria profesional, y especialmente en mi experiencia clínica, he comprobado el impacto significativo que tiene el acompañamiento psicológico en la vida de las personas. Cada proceso terapéutico es una oportunidad para crecer juntos, ayudando a la persona a encontrar sus propias herramientas para el cambio.
Soy licenciada en Psicología y tengo un máster en Psicología General Sanitaria. Además, he complementado mi formación con un posgrado en intervención familiar sistémica y otro en intervenciones psicológicas en terapia sexual y de pareja, así como diversos cursos y formaciones adicionales, como la formación básica en EMDR, orientada a trabajar con experiencias vitales adversas. Todo ello con el objetivo de ofrecer una atención integral y de calidad.
Mi enfoque se basa en la formación continua, ya que considero que cada individuo merece acceder a las herramientas necesarias para afrontar sus desafíos. Con compromiso y dedicación, he iniciado este proyecto, con la esperanza de que se convierta en un espacio de comprensión, apoyo y crecimiento para todas las personas que confíen en mí.
Preguntas Frecuentes
Generalmente el proceso de atención terapéutica consta de varias etapas: en primer lugar, se realiza una o varias consultas iniciales para recopilar información sobre el motivo de consulta y, si es necesario, aplicar pruebas diagnósticas. Seguidamente se elabora un plan de intervención con objetivos y estrategias específicas, revisado periódicamente. En las sesiones terapéuticas se trabajan estos objetivos según las necesidades del paciente. Y finalmente, se llevan a cabo sesiones de seguimiento para evaluar la efectividad del tratamiento y prevenir recaídas.
Cada sesión dura aproximadamente 60 minutos. La frecuencia varía dependiendo del momento de la terapia, las circunstancias y necesidades del paciente. En la mayoría de las ocasiones es recomendable que, sobre todo al principio de la terapia, se realicen sesiones de manera regular. De manera progresiva, a medida que avanza el tratamiento y hay mejoría, tienden a disminuir la frecuencia de las sesiones.
No hay una duración fija, ya que depende de varios factores como las particularidades de la persona o la complejidad del problema. Mientras algunos casos requieren pocas sesiones, otros pueden extenderse a mediano o largo plazo. Por ello, determinar la duración de un tratamiento psicológico puede ser complicado.
La confidencialidad es un pilar fundamental en la relación terapéutica. Por lo tanto, los datos y la información compartida durante las sesiones son estrictamente confidenciales y se manejan con el mayor respeto y cuidado.
Existen situaciones excepcionales previstas por la ley, como riesgo inminente para la persona o terceros.
Ofrezco sesiones presenciales y también modalidad online, para adaptarme a tus necesidades y brindarte mayor accesibilidad.
Puedes contactarme a través del teléfono, correo electrónico o completar el formulario de contacto en la web para coordinar una cita.
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